(a A. G.)
contemplar mudas la gota
que hace temblar al follaje.
La certeza de un afecto inaudito
que se yergue frente a la ciudad.
Aquí es necesario
justificarlo todo.
Como Sebastián,
mi mano ya no menuda,
aprende a decir adiós.
Mi reloj marca 15 pasados minutos.
Toca despedirse
porque Caracas
resuena con urgencia
Carmen Isabel Maracara (De: Cercada de mí)
Foto: CIM