jueves, 16 de noviembre de 2017

Frijol y la nostalgia


Hace pocos días que Matty se fue del país. No era su dueña, era la vecina que lo adoraba y a quien él maullaba por la ventana de la cocina para que le diera cobijo cuando su ama verdadera salía de casa. Hay que decir que Matty perdonaba todas sus imprudencias, como saltar en un segundo piso, desde la reja hasta su ventana, con el peligro de caer como un plátano al piso y gastar alguna de sus siete vidas. Aunque su contextura habla de que su familia humana no se detenía en recuentos calóricos, la vecina lo consentía con golosinas extras, de esas que no salen de una caja de comida seca, apta para felinos, además de rascarle la barriga y disfrutar cada uno de sus gestos. Así que cada tarde maullaba en la entrada de su casa, sentado en la alfombra o hacía la pirueta mortal que lo acercaba a la morada de sus sueños. Pero ya van tres días que Matty no llega; Frijol no sabe que la gente se está mudando del país por causas muy ajenas a su transitar de amarillos ojos sabios. Cada día la espera.

Hoy lo vi en el estacionamiento, solo, esperando. No conocí antes a un gato tan despechado por un amor imposible, marcado por el exilio involuntario. “Todo pasa, Frijol”, le digo, pero él no entiende de este adiós sin despedidas.

Texto y foto: Carmen Isabel Maracara

3 comentarios:

  1. Frijol, al igual que muchos, mengua de nostalgia por abandonos y pérdidas.
    Y no sólo seres especiales como son los animalitos... muchos, similares a nosotros, se van volviendo flaquiiitos más que de alimento para la panza por la tristura que les va rompiendo el alma a pedacitos...
    Nos apegamos mucho, los seres vivos. Nos apegamos al afecto, a el gesto cercano, a la sonrisa, al tono de voz amoroso y cercano...
    A todos nos toca, como a Frijol, mover los recuerdos de la mente al corazón para seguir sintiendo la calidez que extrañamos.
    Hermoso texto amiga mía... hermoso sentimiento y valioso escrito que le pone voz al sentir de Frijol.

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    1. Gracias amiga por leerlo y por tus palabras! como dices, nos toca "mover los recuerdos de la mente al corazón para seguir sintiendo la calidez que extrañamos". Nos toca a todos. Abrazos

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  2. ...Carmen, que Belleza de escrito, lo mismo que sintió Frijol, sentí yo, Mathy es una gran amiga, y cuando me visitaba, que era con mucha frecuencia, comenzaba a silbarme desde que venía por el estacionamiento, porque el timbre de mi apto es desagradable, y créeme que pasé más de 15 Días escuchando su silbido..... sólo los que vivimos la ausencia, de seres queridos, sabemos cuanto afecta nuestras emociones y es difícil entender y aceptar porque lo estamos viviendo.... Te Felicito Carmen, en pocas palabras expesaste muchísimo.....!!!

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